Blogia
Inita Val

Incompatible, niña...

Incompatible, niña... Las ideas preconcebidas son una piedra en el zapato. Cada vez que voy a comprar mis revistas mensuales (en el localcito de revistas de Trasnocho, vaya la cuña) siento la mirada intrigada de la vendedora detrás de mí preguntándose algo así como: ¿se puede saber por qué esta niñita de jean y franela está comprando revistas de moda? (imagino sus caras en este momento).

Porque está bien que yo compre revistas Photo, National, Gatopardo o que compre la última edición del Le Monde Diplomatique...¿pero revistas de moda?, peor aún... ¿revistas de patrones?

Pero lo cierto, es que las ideas preconcebidas matan. Lo confieso, uno de mis pasatiempos favoritos es diseñar ropa y ver desfiles de moda. Me fascina encerrarme en el cuarto de costura, poner música y cortar patrones. Tengo el closet lleno de mis creaciones aunque no las uso, álbumes llenos de recortes y dibujos, puedo hablar de diseñadores, reconocer un estilo, un Lagerfeld o un Chloe, saber los colores de temporada, los accesorios de temporada, reconocer telas.. y sin embargo, nadie podría saberlo al verme.

¿Quién lo iba a decir? La niña que odia peinarse compra revistas de moda.

Esta confesión forma parte de mi plan de reconocimiento, es bueno hacerlo de vez en cuando, así una no se asusta cuando se mira al espejo. A ver si se animan ustedes a convencerme de que no soy la única que tiene incompatibilidades.

Escucho: Influencia - Charly García

11 comentarios

huguito -

este post esta en qtpd.com - 7ma. edicion de los venepost

infelix -

Saberse contradictorio es el primer paso a la trascendencia... vas por buen camino

Inita -

hay un trabajo del cual poco he oído aquí en latinoamérica, pero que está muy en boga en Europa. Es el estilismo, estilista.

Aquí pensamos que estilista es quien te corta el cabello y te hace los peinados. Pues bien, no es así. Una de las más famosas estilistas es Camille Bidault, aparte de ser la esposa de Jarvis Cocker, el niño andrógino de Pulp.

El trabajo de Camille Bidault como estilista de modas es tener el mejor gusto, saber que trapo le queda bien, que maquilleje debe llevar, qué hacer para mantener o cambiar de estilo.

Es un gran trabajo, mejor que ser asesor de imagen.

Susana Veneno -

Me siento totalmente identificada con esto... yo hago exactamente lo mismo - aunque sí uso mis creaciones... y aspiro trabajar como editora de modas... soy una 'fashionista' (pero con corazón... como le dije hoy a un amigo)

metalhen -

jejeje ... que piensen lo que quieran ... total, mientras tengas dinero para pagarlas, que importa lo que diga el mundo?

huguito -

la moda no es mas que una nube con mucha lluvia pero pasajera, eso alimento a los ojos.. jaja! bueno lo mas importan? tu que te sientes bien tal cual como eres como te vistes hagas lo que hagas..

imagina, las diversidad de apariencias de un diseñador grafico, quien diria que hace del desorden un orden de colores, letras, palabras e imagenes, peor su vida es un fume, siempre son los mal vistos de la partida

khandika -

y que importa?
Mientras el vino tinto tenga polifenoles y antioxidantes...

Saturno -

ya lo dice el gran charly " yo no se bien que es... yo no se bien que es vos diras..son intuiciones.."

Saturno -

imaginate si vas con el hijab puesto, mas incompatible aun... pues que te puedo decir..todos de una u otra forma somos incompatibles "el habito no hace al monje"...

Inita -

lol!, lo leí de nuevo y la vaina quedó como uno de esas presentaciones de Alcohólicos Anónimos.

"Hola, me llamo Inita, y oculto que soy una adicta al diseño de modas, no uso piercing, ni tatuajes, ni maquillaje para no levantar sospechas"... jejejeee

En serio, la situación no me averguenza, pero si siento que es incompatible con lo que soy y con lo que hago. La moda es vanidad, alimento a los ojos, nada más...

huguito -

se vive la vida tal cual como la sientas comoda.. no tienes a quien rendirle explicaciones a nadie, los prejuicios siempre estan a la orden del dia, si vivieramos pecupados por incompatibilidades de que valdria el mundo la pena todos tenemos nuestro grado mal caluculado y ahi es donde esta la riqueza