"Cidade de deus", cuando la violencia es vida
Eléctrica, frenética y desgarrada.. así podría definirse Ciudad de Dios. Es una historia de desgraciada realidad, de frustración y envidia, de maldito destino y deseo desbocado. Tres décadas y muchos personajes, una ciudad y múltiples realidades. Ciudad de Dios es como mirar un caleidoscopio con miedo de descubrirse en él.
De espíritu violento y ansiedad voraz; color, sonido y gestualidad abundan en esta película del brasileño Fernando Meirelles, el mismo de Domesticas o filme. Narra la historia de Ciudad de Dios, una zona marginal, un mosaico cuyo vértice común es la droga, ya sea por adicción o por supervivencia.
Jugando con elementos obvios de cada época, nos paseamos por tres décadas (60, 70 y 80) que marcan el destino de dos compañeros de favela. Uno se dedica al negocio de las drogas convirtiéndose en Ze Pequeño, el temido dueño de Ciudad de Dios; el otro es Petardo, a quien la buena fortuna acompaña hasta las salas de un periódico armado de una cámara fotográfica. No es la historia de los buenos y los malos, es la historia de la voluntad y la suerte.
Lo demás se resume en historias humanas, de rencores y envidias, de privaciones y deseos, de desgarro y pesimismo, de humana realidad.
La ambientación es autóctona, filmada en la parte alta de la verdadera Ciudad de Dios y con actores y extras de la zona, su filmación fue permisada y protegida por las bandas armadas de la zona. Sorprende el riesgo, acertado en este caso, de usar actores sin experiencia, esto aporta una carga afectiva y social muy sincera que aleja a la película del armazón hollywodiense que poseen los films de corte criminal. Personalmente me impresiona Laura Braga (sobrina de la musa del cine brasileño, Sonia Braga) quien posee un exquisita sensualidad y se convierte en el objeto de deseo de los protagonistas.
Y el guión, ¡a quitarse el sombrero!, es una adaptación de 600 páginas de novela escritas por Paolo Lins, más de 30 años de historia y 300 personajes. Fue reescrito 12 veces (igual que nuestros post =P) por Paulo Mantovani. Sin duda es uno de los mejores guiones que he visto en pantalla, un juego de historias, de tiempos y de intensa acción.
Cidade de Deus, película atroz, que te sostiene por el cuello y se inserta en cada pálpito de tu corazón... ese tipo de cosas que sólo hacen las buenas películas.
De espíritu violento y ansiedad voraz; color, sonido y gestualidad abundan en esta película del brasileño Fernando Meirelles, el mismo de Domesticas o filme. Narra la historia de Ciudad de Dios, una zona marginal, un mosaico cuyo vértice común es la droga, ya sea por adicción o por supervivencia.
Jugando con elementos obvios de cada época, nos paseamos por tres décadas (60, 70 y 80) que marcan el destino de dos compañeros de favela. Uno se dedica al negocio de las drogas convirtiéndose en Ze Pequeño, el temido dueño de Ciudad de Dios; el otro es Petardo, a quien la buena fortuna acompaña hasta las salas de un periódico armado de una cámara fotográfica. No es la historia de los buenos y los malos, es la historia de la voluntad y la suerte.
Lo demás se resume en historias humanas, de rencores y envidias, de privaciones y deseos, de desgarro y pesimismo, de humana realidad.
La ambientación es autóctona, filmada en la parte alta de la verdadera Ciudad de Dios y con actores y extras de la zona, su filmación fue permisada y protegida por las bandas armadas de la zona. Sorprende el riesgo, acertado en este caso, de usar actores sin experiencia, esto aporta una carga afectiva y social muy sincera que aleja a la película del armazón hollywodiense que poseen los films de corte criminal. Personalmente me impresiona Laura Braga (sobrina de la musa del cine brasileño, Sonia Braga) quien posee un exquisita sensualidad y se convierte en el objeto de deseo de los protagonistas.
Y el guión, ¡a quitarse el sombrero!, es una adaptación de 600 páginas de novela escritas por Paolo Lins, más de 30 años de historia y 300 personajes. Fue reescrito 12 veces (igual que nuestros post =P) por Paulo Mantovani. Sin duda es uno de los mejores guiones que he visto en pantalla, un juego de historias, de tiempos y de intensa acción.
Cidade de Deus, película atroz, que te sostiene por el cuello y se inserta en cada pálpito de tu corazón... ese tipo de cosas que sólo hacen las buenas películas.
3 comentarios
blanquita -
Inita Val -
Lubrio -